martes, 18 de mayo de 2010

EN ESPERA DEL FALLO,,,



Convocan a una vigilia en espera del fallo de la Corte por la Ley de Medios
Lunes 17 de mayo de 2010

Las organizaciones agrupadas en la Coalición por una Radiodifusión Democrática -que entre otras integra la CTA- se concentrarán el miércoles próximo en espera de un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con respecto a la Ley de Comunicaciones Audiovisuales, frenada por una medida cautelar. Una vez que se conozca la posición del Máximo Tribunal, se reunirá la Asamblea Nacional para decidir los pasos a seguir.

El próximo miércoles será una jornada de movilización y vigilia por parte de las organizaciones agrupadas en la Coalición por una Radiodifusión Democrática en espera del pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con respecto a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales, frenada por una medida cautelar.

Los actos se concentrarán en Capital Federal y comenzarán con la difusión masiva del documento “Defender la Democracia es defender sus leyes”, en el marco de una conferencia de prensa que se realizará a partir de las 8.15 en la sede de la Asociación de Abogados de Buenos Aires (en calle Uruguay 485, a metros de Tribunales).

Luego, permanecerán en vigilia hasta conocer el pronunciamiento del Máximo Tribunal, presidido por Ricardo Lorenzetti. “Una vez conocida la posición de la Corte, en la Asamblea Nacional convocada para las 15 en la Asociación Argentina de Actores de Capital Federal, la CRD decidirá los pasos a seguir”, precisaron los organizadores en un comunicado de prensa enviado a primerafuente.

“La Coalición por una Radiodifusión Democrática confía en que la posición de la Corte Suprema de Justicia respetará la voluntad mayoritaria de los sectores involucrados en la aprobación de la Ley 26.522, de la Presidencia de la Nación y las dos Cámaras del Congreso de la Nación”, expresaron.

Los organizadores instaron a todas las organizaciones integrantes de la Coalición a las delegaciones provinciales a imitar las medidas en defensa de la nueva Ley de Medios. “Convocamos a difundir por todos los medios, al alcance de las organizaciones, para que el 19 de mayo el país sepa que con la democratización de los medios se juegan los más elementales derechos que la democracia garantiza”, recalcaron.

“La opción planteada a la democracia en su conjunto por los grupos oligopólicos mediáticos y un puñado de jueces adictos a esos planteos; de imponerse, pondría a los argentinos en una posición de indefensión jurídica de graves consecuencias institucionales. Por eso la vigilia, por eso la prudencia, por eso la movilización y la difusión masiva de nuestro pronunciamiento: Defender la democracia es defender sus leyes”, señalaron.

La Coalición por una Radiodifusión Democrática -que, entre otros, integra la Federación de Trabajadores de la Cultura y la Comunicación (FETRACCOM-CTA)- está integrada por representantes de organizaciones sindicales de los trabajadores, sus centrales obreras, de los movimientos sociales, de derechos humanos, de emisoras y claustros universitarios, del movimiento cooperativista, de radios y canales comunitarios y pequeñas pymes, de los pueblos originarios y, ciudadanas y ciudadanos en general.

Surgió desde el año 2004 con un documento de 21 Puntos que sirvió como base para promover, debatir y apoyar la promulgación de la Ley, cuya aplicación se encuentra suspendida por un fallo de la justicia federal de Mendoza, que ha elevado la causa a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

DESPUES DEL MANIFIESTO...


Identidad
Sábado 8 de mayo de 2010, por Juan Carlos Giuliani *

Diez años después de que Marx y Engels publicaran en Londres el Manifiesto Comunista aparecía en Buenos Aires el semanario “El Proletario”. Surgido de la pluma del militante sindical negro Lucas Fernández, la publicación nació el 18 de abril de 1858 como expresión de los intereses de la clase de color.

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Secretario de Comunicación y Difusión de la CTA.

En la época de Rosas los negros eran el 30% de la población argentina, aunque la superestructura ideológica del sistema persista en desconocer la potencialidad que tuvo en el siglo XIX la cultura afroamericana en nuestras tierras. El movimiento se llamó Democracia Negra y se truncó debido al exterminio de esa comunidad durante la epidemia de Fiebre Amarilla en Buenos Aires. A diferencia de las “clases decentes” que emigraron a la zona norte de la Reina del Plata, los negros –confinados en el sur de la ciudad bajo la amenaza del garrote policial- murieron como moscas presa de esa letal enfermedad.

De “El Proletario” aparecieron alrededor de ocho números. Pasaron seis años hasta la aparición de otro periódico afroargentino: “La Igualdad”, que desapareció en algún momento de ese año y reapareció en 1873. “La Juventud” es otro periódico negro. El 20 de febrero de 1876 bajo el titular “La sociedad obrera” dice: “La clase obrera debe comprender que ella es todo en un país, es la palanca principal para el progreso de él”.

“La Broma”, otra publicación de la comunidad negra en la Argentina, aparece en 1870 con una única tirada y reaparece en 1878 como “órgano genuino e inalterable de las clases menos acomodadas”. El 5 de septiembre de ese año saluda a los trabajadores tipógrafos en huelga: “Siendo La Broma órgano de las clases proletarias, les envía palabras de aliento, y desea que las ideas del socialismo cundan no sólo entre los tipógrafos si no entre todas las clases obreras”.

Las clases dominantes, predestinadas por el lema sarmientino de “Civilización o Barbarie”, se han dedicado a ocultar el ADN de nuestro pueblo como si por sus venas no corriera sangre que se reconoce en antepasados negros o indígenas. Según un estudio del CONICET existe un 60 por ciento de la población argentina con componentes genéticos amerindios. Es decir, con antecedentes de pueblos originarios. Nadie pone hoy en duda los ancestros iberoindoafroamericanos de nuestra gente ni el carácter pluricultural de nuestra Nación.

Cuatro años después del colapso del modelo neoliberal, con el consecuente estallido de la crisis de diciembre 2001, cuando en Mar del Plata mandamos el ALCA al carajo, el pueblo argentino refrendó, por si hacía falta una nueva prueba de pertenencia y para espanto de los difamadores oficiales, su Documento Nacional de Identidad inconfundiblemente latinoamericano.

En la génesis del pensamiento oligárquico-imperial existe una marcada influencia eurocéntrica que ha sido alimentada durante décadas por iluminados que han escrito ríos de tinta para hacernos creer una de las tantas zonceras argentinas. Según esa idea-fuerza impuesta a los palos, Argentina tiene más semejanzas y comunidad de intereses con Europa o Estados Unidos que con nuestros países hermanos de Latinoamérica y el Tercer Mundo.

La historia argentina está signada desde siempre por la deserción de gran parte de sus intelectuales, cuya adscripción a la estrategia del imperio y la oligarquía nativa es invariable. Los que desde el fondo de los tiempos enfrentaron las políticas de desnacionalización impulsada por el poder dominante, serán calumniados sistemáticamente por los panegiristas de "la libertad" y "la democracia" para unos pocos que predominan en los olimpos culturales e informativos.

Las contradicciones políticas, sociales y culturales irresueltas resumen las dos posiciones que han confrontado a lo largo de nuestra historia como Nación: Los servidores de estrategias antinacionales y aquellos comprometidos con la liberación de la Argentina y la Patria Grande Latinoamericana.

Pensar un país sin oligarquía y sin dependencia del imperialismo implica elaborar y pactar un nuevo proyecto político, social, económico y cultural de largo alcance para la realización de los intereses de las fuerzas constituyentes de la Nación. En palabras de Don Arturo Jauretche: “Hasta que un día el paisano acabe con este infierno, y haciendo suyo el gobierno, con solo ésta ley se rija: O es pa’ todos la cobija, o es pa’ todos el invierno”.

domingo, 16 de mayo de 2010